domingo, febrero 22

Andare: dirigirse, ir, marchar.

Parándome a pensar en ti, llego con certeza a afirmar que a día de hoy, doy por seguro tenerte y con ello, la posibilidad de poder contar contigo en cada instante de mi vida; dando por supuesto la infinidad de tu existencia.

No creo que nada de esto sea mentira. Pero sí recuerdo un tiempo, en el que únicamente contaba con la seguridad de quererte; no sabía ni cómo, ni por cuánto, ni mucho menos por qué; aunque era maravilloso buscarte las cosquillas, encontrar tu punto débil desde el que sacarte el mayor número de sonrisas y robarte mil besos, sabiendo en secreto que me conformaría solo con medio; guardando bajo llave cualquier palabra tonta que fuera capaz de dar la vuelta a mi vida y me hiciera sentir el rey del mundo, o sencillamente, importante en el tuyo.

Me acuerdo de todo aquello y no puedo evitar sentirlo tan pobre teniéndote tan cerca ahora. No quiero acabar como el tiempo, que deja al margen lo pasado, para centrarse solo en lo que queda por venir.

Fuiste y serás la mayor meta a conseguir, la máxima expresión de sentir y existir y la preocupación que mas importancia cobró en mí. No había te quieros ni besos de vuelta, solo ganas de que me quisieras y fueras para mí, sin dejar de conseguirte un poco más a cada paso. Deseando que llegara el día en el que nos dejásemos de prejuicios y nos lanzáramos como fieras a por nuestros labios.

Doy gracias porque hayan acabado los días tras tu espalda para pasar a verme en este punto. Aun así, no puedo conformarme solo con haber llegado hasta aquí sin recordar qué me llevó a necesitarte de esta manera.

Te he querido durante mucho tiempo, te he pensado, me he equivocado y he arriesgado. No quiero acostumbrarme, ni tenerte porque sí, solo quiero amarte y seguir encontrándote entre la multitud, descansar en tus brazos y sentir con satisfacción todo lo conseguido, ver como los sueños son cada vez más reales y como la realidad se parece cada vez más a un sueño.

Quiero descubrirte, leerte cada día y valorar el tiempo que paso a tu lado, porque igual que antes luchaba por tenerte, ahora solo quiero, con la seguridad de tener algo por lo que morir, vivir.

No quiero tu nombre, quiero tus días e ir haciéndome a  medida que nos hace la vida; quiero disfrutar de cada beso como si fuera el último y de cada sonrisa que regalas. Te quiero porque amo la manera que tienes para ser feliz.

Nunca serás un objetivo para mi sino una forma de vivir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario